Quizás no hay tiempo
sin tiempo,
pues el tiempo muere
sin que ello implique
que el tiempo
lo sea.
Quizás no hay tiempo
sin tiempo,
pues el tiempo muere
sin que ello implique
que el tiempo
lo sea.
Uno cree que no se vende. Que por estar no se vende. No es cierto.
Utilizar la compañía del tiempo como trueque de dignidad es un engaño y por tanto una vendeta.
Añoro el día en que el autoengaño me libere de esta sensación de necesidad.