26 abril 2007

Hacer y deshacer.


(...detrás de absolutamente cada lágrima que supuro hay una sonrisa, siempre una sonrisa en cuyo inicio reside mi yo y en cuyo final te ves, os veis; .......siempre una sonrisa...)

Escuché decir a alguien que de tanto que lloraba últimamente el sentirse inmaduro por hacerlo le hacía llorar mucho más.

Hay quien siempre lo ha hecho, llorar, y los hay que siempre hemos dejado apartadas nuestras frustraciones como cobijo para las de los demás. Y cuando aparecen no son ellas las que nos desbordan sino el no reconocernos en su origen y mucho menos en el final de confiarlas en alguien.

Pero no es ello un síntoma de inmadurez, no puede serlo. En todo caso es su contrario el que nos adentra en nuevos perfiles realmente olvidados o maquiavélicamente encerrados bajo llave.

Saber por qué se llora es relativamente fácil; basta con apartarse prudencialmente del conflicto y analizarlo objetivamente, bien lejos de nosotros mismos. Lo realmente complicado es saber qué hacer para que cese.

Se trata de hacer o no hacer. Hacer es, o debiera ser, lo correcto. Se cierran puertas para poder adentrarse en otros mundos sin el temido peso de los lastres.

El no, brinda la comodidad sub pero consciente de seguir alimentándonos de aquello que, al menos, está justificado bajo tanto dolor. El no hacer otorga el consuelo de que lo negativo es real y la duda eterna del "y si" transformada en dolor crónico a través del tiempo y del espacio; porque a veces son los espacios más carceleros incluso que el propio tiempo.

Es el miedo el que decide ya que en ausencia de él no habría dilema, haciendo siempre, independientemente de las consecuencias. El miedo a hacer por intuición negativa del desenlace conlleva a no hacer responsabilizando del no final a la parte coartífice, y no por ello partícipe, del conflicto.

La inseguridad que genera la sola posibilidad de hacer justifica el no saber, o no querer, hacer.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

yo me quedo con hacer
hacer
y hacer...
seamos constructivos y positivos

Anónimo dijo...

el miedo es parte del ser humano, sólo hay que intentar que no nos gobierne

besitos

Roi Buligan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.