15 agosto 2007

Vendida.




Uno cree que no se vende. Que por estar no se vende. No es cierto.

Utilizar la compañía del tiempo como trueque de dignidad es un engaño y por tanto una vendeta.
Añoro el día en que el autoengaño me libere de esta sensación de necesidad.

2 comentarios:

Raquel dijo...

Hay que ser muy crédula, muy muy crédula para que una pueda autoengañarse, porque en el fondo de uno mismo siempre está la verdad intentando abrirse paso. Un beso.

Anónimo dijo...

Yo apuesto porque un día sentirás el alivio de saber que nunca necesitaste autoengañarte. Y te lo digo mientras intento engañar a mi auto.
Salud! para lo mejor de la vida, que es satisfacer necesiades.