31 marzo 2008

Héroes y villanos



Quién no tiene o ha tenido un héroe a quien profesar fidelidad incondicional a pesar de todos los peros imaginables. Fantasmas de carne y hueso elevados al pedestal de la impunidad absoluta, acreedores de la abogacía, que por vocacional es de oficio, frente a la acusación voraz de quien sólo ve villano tras las mallas fluorescentes de la hipocresía humanizada a base de capas voladoras teledirigidas hacia la yugular de quien les alimenta.

Nacidos con la suerte del ganador y la soberbia de quien en el fondo se sabe perdedor incluso delante de quien patrocina el ego de su fantasía. Son lo héroes olvidados, mercenarios aliados del vil azar capaz de depositarlos frente a los pocos ojos que áun les reconocen. Héroes con fecha de caducidad inscrita sobre el código asociado a la inseguridad ajena. Héroes cuya condena es morir reducidos a manos de la ceguera temporal de quien se sabe a la espera de cura.

Hay quien muere desauciado, olvidado por la más atroz de las burocracias; la espera de quien carece de seguro privado. Dolencias caras y males no tipificados como urgentes, la mayoría perece desangrada como resultado de un embarazo de alto riesgo interrumpido, decapitado. Pocos sobreviven , reseteados a cero sólo reconocibles en la sonrisa ingenua de quien se cree, al fin, a salvo del fuego cruzado que son las miradas envenenadas.

Ya no importa si valió lo dolido. Hoy hasta las canciones son libres, los recuerdos sólo reflejo de lo andado y el futuro por fin los pasos que están por llegar. De verdad hoy significa presente y la sonrisa un estado real carente de artificio. Hoy ya sólo queda el villano que sustentaba al héroe. Se han rasgado las vendas y un halo de luz eclipsa las sombras. Hoy, contra todo pronóstico, el miedo ha sido derrotado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

los héroes no existen.. invenciones paramilitares

Pilar M Clares dijo...

Sí.
Mantengo el miedo, pero sí.
Y nunca tuve héroes, ni fidelidad en mis materias.
Pero sí.

Raquel dijo...

Yo sí tuve unos cuantos, y heroínas que aún lo son. Y otros que he ido añadiendo porque, mirando bien, en muchas personas se encuentra algo admirable. Admiro, sin ir más lejos, la inteligencia de mi hermana, el sentido común de mi madre, admiro la entrega a los demás que siempre vivió mi padre, admiro el don de la alegría de mis tíos, admiro la inquietud intelectual de mi amiga, admiro algo en cada uno de vosotros, compañeros, algo que no especificaré por no ser más prolija. Sí, aún tengo héroes.
Y miedo, pero espero derrotarlo.
Un beso.