14 septiembre 2008

Cuenta atrás






Las horas han dejado de ser horas

para ser desiertos de sabidos

oasis, allá en las vistas lejanas,

que serán encontrarnos.



Los minutos ya no son minutos,

sólo raciones de rutina

por veces grillete de los reos

en permanente estado de espera.



Y los segundos, sólo los segundos

siguen siendo el tictac

de los tiempos, de los tiempos

de esta bomba a punto de explotar.



Y es que los días que siempre fueron días

a sumar en el marcador del tiempo

ya sólo son rayas oblicuas

restando uno a uno...hasta cero.

4 comentarios:

Dani dijo...

Como diria una gran tipo que conocí en este curioso mundo de la NET: "...el tiempo se hace pesado, en las manecillas del reloj..."

Somos tiempo Aloia y a él estamos irremediablemente sometidos.

Besos infinitos.

Anónimo dijo...

Que sepas que poco menos que se te ha dedicado un post... comerranas, que eres una comerranas...

ELPULGARZITO dijo...

asistamos

Pilar M Clares dijo...

Me gusta que esa gradación pase del segundo a los días como rayas oblicuas porque en el cruce quedamos ejenos al tiempo, y encontramos al fin los días,que nos distraen del paso inexorable de las horas, los minutos y los segundos.
Un placer encontrar de nuevo tus palabras y tu ritmo. Muchos besos.

(y ¿sabes algo de Hoichi?, lo echo de menos también. Besico para él)