Llueve.
No lo soporto más
Llueve.
y me aterra la idea de no poder hacerlo;
Llueve.
quisiera seguir, como siempre, seguir...
Sigue lloviendo
y me da miedo que esas gotas que resbalan sólo sean el reflejo de las lágrimas que empapan estas palabras.
Quiero darme la vuelta, verlas, aún siendo un reflejo; verlas, sentirlas...y resbalar con ellas por su misma superficie. Recorrer en su compañía tu rostro, reconocerte, poder alcanzarte...aún con el riesgo de evaporarte.
Cierro mis ojos queriendo ocultar así los tuyos.Sigues tu camino hacia el abismo de lo metálico, de lo caótico. Me sumerjo en el pequeño océano vertical de la habitación y llego al valle de tu nariz. Me acurruco y recuerdo que existen lugares de paz en los que los brazos dejan de serlo para convertirse en alas. Las extiendo y tus ojos, antes enterrados, suspiran...entrecortados.Los busco y sé que sonríen. Desciendo de la cuenca de tu memoria y me pierdo en el abismo de tu iris izquierdo, me inquieta el derecho. Quiero agarrarme a la sábana de tu mirada, quedarme ahí para siempre, arropada, oculta...Resbalo.No quiero partirme en más pedazos de los que ya soy puzzle.De repente, sonríes atrapándome en tus noches en vela y rescatándome de lo inevitable, perdiéndome en tus sombras.Me creí perdida en el oasis de tu soledad y tuve miedo de olvidarte para siempre. Intenté escapar, pero fueron las ráfagas de tus suspiros las que me depositaron en el umbral de tus voluntades.Entendí entonces el miedo que sienten tus palabras al ser articuladas. Leve movimiento para tan estremecedoras consecuencias...Me susurraste el eco de tus silencios. Enloquecí.Tanto como para venderme al aliento de tus deseos.
Y desperté sostenida sobre las cuerdas que sostienen las piezas de tu propia marioneta. Me articulaste a tu antojo y no me importó, es más, disfruté. Intentaste acariciarme...me dejaste escapar estremecido por el destello de una yaga.
Y me precipité al abismo de los mares más despiadados, a aquellos que por inescrutables están anegados por las fronteras de lo imposible.
Soñé que surcabas mi memoria en busca de tu recuerdo.Soñé que te ahogaba el mío.
Llovía...llueve...sigue lloviendo.Ahora son tus lágrimas las que surcan los perfiles de mi paisaje.
Despierto.No estoy.
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