04 octubre 2006

Perdonadme, hoy necesito vomitar.

Pasaban los días y mis dedos no eran capaces de articular PALABRAS, de materializar mi tormenta interna. Hoy tiemblan todavía mientras los someto a la dictadura de la memoria; a la de ser justos con su cacique motril. Porque no merecen mis miedos el silencio eterno y sin embargo sólo encuentro esta manera cobarde de expulsarlos de mis entrañas. Y ni siquiera de exiliarlos se trata porque la realidad es que siento que incluso así su efecto es más letal; si cabe.

Me amparo en estas páginas intangibles y anónimamente entrecomilladas para escupir este aliento amargo, que sofoca, nauseabundo. Y sólo su sombra parece mantenerme despierta en este camino que piso y del que no veo más que abismo.

Añoro el futuro porque lo he soñado empapelado de abrazos y sonrisas, porque sólo por su diseño (que es mío y no de otros) merece la pena. Lo añoro porque es lo único que me aporta la esperanza de creer en algo. De todo dudo hoy y de demasiado se arrepiente mi pasado. Y aún así los que importan, CREEN en mí; y el no entenderlo quema, el POR QUÉ abrasa y el no creerlo MATA silenciosamente ( y en silencio).

Sola. Menuda ironía. No lo estoy. Lo sé, y aún así es como me siento. La soledad no es una sola; es una plaga fecundada por un virus capaz de mutar en mil disfraces. La que a mi me invade reuslta que se viste de "incomprendida".

Harta estoy de discursos "pseudofeministas" a cerca de la capacidad y la originalidad de la independencia (mal entendida). Yo no hablo de dependencias, hablo de necesidades (vital o emocional, llámale como quieras). Discursos entonados ante el atril de la verdad absoluta; tú que jamás has pisado las arenas movedizas que sostienen mi existencia. Ven, si tienes valor, a decirle a mis lágrimas que son un capricho autocompasivo; ven y diles que es absurdo sentir pánico de no ser huella en nadie y sin embargo ser mapa de ellas.

Cansada de ser un "drama". Sólo pongo voz a los que también son tus miedos; lo único que hago es admitirlos y no esconderlos tras falsas autosuficiencias. Y no te equivoques, tampoco es utopía trasnochada retroalimentada de ideas ya olvidadas. No. Sabes que "SÓLO" anhelo lo mismo que tú y que todos; la diferencia está en que el único miedo que desconozco es el de admitir que lo tengo.

El miedo paraliza. Rasga y quema. Tanto que es capaz de pulir los pilares más robustos de uno mismo, incluida la sonrisa.

Lo digo bien alto porque no me avergüenza gritarlo y menos me preocupa desclogarme del movimiento "cool" autosuficiente de la corriente mayoritaria: ME SIENTO SOLA Y TENGO MIEDO A LA SOLEDAD de no compartir, de no discutir, de no besar, del sexo por el sexo para siempre, de no arropar, de no ser abrazada, de llorar siempre a solas, de hablarle a mi sombra cada vez que algo me emociona...

Qué ironía. Porque más allá de mí, no mucho más, sólo veo soledad en lo que me rodea; incluso en vosotros los abanderados. Día tras día, persona tras persona MIEDO Y SOLEDAD del peor tipo, el negado y la negada.

Posiblemente tengan razón y yo no sea más que una utópica...

-"...jajaja, eres una ingenua".
-"Seguramente; nunca dije que no lo fuera".
-(mirada compasiva) "Venga, que así se está genial. Que si estás así es porque quieres".
-(silencio)(sonrisa)(silencio)(silencio)...."Sí, claro.......(uff interior)tienes razón".

No es compasión lo que busco, tampoco es un problema al que busque solución.

Sólo son mis lágrimas, sólo es eso.

2 comentarios:

Vampirilla Silvestre dijo...

Animalillo de compañía busca y desea...
http://cursodeescapismo.blogspot.com/

M dijo...

he estado un tiempo desaparecido. No te he leido antes. Ahoa lo hago. Y me emociono con cosas como esta.

Ya es csi mediodía y se ha instalado el terror.