Collage sin búsqueda de aludidos

Desgastadas ya las calles
hacerlo no implica erosionarte
al tiempo que se abre en dos el abismo
de las decisiones respetadas.

Y entiendo
que pienses que por hablar claudico,
que por quererme confunda,
que aún así no disfrutes del silencio.

Pero no entiendo
cómo pensarlo puede a las ganas de hacerlo,
cómo el querer puede mutar en indiferencia,
cómo la sospecha le puede.

Entiendo, entiendo, entiendo
y de tanto que entiendo no me reconozco;
entiendo, entiendo, entiendo
y de tanto que entiendo me haces culpable.

Observar a distancia
y como recompensa la exclusiva de lo único.
Conocer a distancia
y como resultado no escucharte.

Cuando saber no ofrece amparo
para las ganas decapitadas,
para las posibilidades censuradas,
para las imposibilidades aprendidas;

Vergüenza.
Impotencia.
Rabia.
Luego herida.

Cuando observar implica el respeto
de las esperas que matan,
de los muros que callan,
de los precintos que castigan:

Otorgo.
Callo.
Muero.
Luego no lucho.