Observando se asumen las derrotas con facilidad, básicamente por entender que, en esencia, no lo son. Pero asumirlas implica caer en el derrotismo; implica perder la oportunidad de intentar aquello que a veces no tiene por qué ser imposible.
De crío tenía clara la idea de que sólo se aprendía con las derrotas. Ahora creo en que lo mejor que puede decirse de algo que se hace es que esté condenado a perder. Ganar es para ganadores, para listos. Yo quiero ser otra cosa; en este mundo, perder es nuestro último derecho. Salud!
3 comentarios:
No tiene por qué. Asumo que en esta ocasión he sido derrotada, pero eso no ha de impedirme seguir intentándolo, ¿verdad?
De crío tenía clara la idea de que sólo se aprendía con las derrotas.
Ahora creo en que lo mejor que puede decirse de algo que se hace es que esté condenado a perder.
Ganar es para ganadores, para listos.
Yo quiero ser otra cosa; en este mundo, perder es nuestro último derecho.
Salud!
pues q quieres q te diga: siempre me llamaron perdedor pero nunca me sentí así.
sigo con Bogart y Bacall
To have & have not
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