13 agosto 2006

Sur le fil






No sé por qué...lo cierto es que prefiero no saberlo. No tengo necesidad de aumentar los panales de mi enjambre mental. El caso es que hoy, y sólo hoy, he sido capaz de volver a tocar.


Y mientras escalaba los sostenidos de mi ausencia; de repente, recordé que hace ya demasiado tiempo fui capaz de volar. Antes no tenía miedo a caer, hoy me he cansado de caer.

Intuyo que mañana ya no seré capaz de volver a hacerlo. Estas cosas a veces ocurren. De repente olvidamos los miedos, sin razón, involuntariamente; y damos el paso de la sonrisa emocionada, un paso. Y de repente, otra vez, vuelven. Al fin y al cabo volvemos nosotros, en esencia.

1 comentario:

M dijo...

Los miedos no forman parte de nosotros, sino de lo que la sociedad nos enseña a base de hostias.